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La buena vida. The good life.
Montealegre, Albacete.
(2006)

Publicaciones. Publications
Vía Construcción, 50, 2007

 

 

marcos de plantación

Plantation frames

 
 

Sobre una finca de 693.1086 Ha de las cuales 197.4736 Ha. están dedicadas a labor, se propone el desarrollo de una ciudad concebida para una población que en los momentos de actividad y ocupación máxima podrá alcanzar algo más de 10.000 habitantes, cifra que viene determinada por el objetivo, a nuestro entender necesario, de alcanzar una masa poblacional suficiente para conseguir una amplia autonomía funcional, lo que, de paso, permitirá cualificar la oferta comercial y de servicios del municipio que le da cobijo, Montealegre del Castillo.
Cerca de Almansa, en el centro de un triangulo cuyos vértices son: Montealegre del Castillo, Yecla y Almansa, se encuentra el enclave donde se propone esta intervención. La finca se sitúa sobre un paisaje muy abierto y de gran belleza, un gran valle rodeado de montañas donde las suaves elevaciones se combinan con amplias superficies de cultivos, construyendo un paraje relajante.
La vocación agrícola del emplazamiento se ha convertido en uno de los factores decisivos en la configuración de la propuesta. Analizando en profundidad los factores determinantes de las técnicas de cultivo y de las plantaciones existentes se han descubierto numerosas coincidencias con los procesos de generación de la arquitectura, y en este sentido se han tendido puentes entre ambas disciplinas incidiendo en la conexión de los siguientes factores: Marco de plantación, Formación, Disposición, Orientación, Superficie destinada al cultivo, Riego, Tipo de suelo.
El proyecto concibe la ciudad a partir de la idea de “marcos de plantación”. Se han generado unas tramas – entendible como la variante arquitectónica de los marcos de plantación – para cada una de las distintas “especies” arquitectónicas, estableciendo por tanto unas distancias adecuadas a cada una de las tipologías. La propuesta pretende encontrar el camino que acerque la intervención al contexto mediante la intelección y aplicación de reglas comunes que permitan introducir con naturalidad un modelo de convivencia nuevo.
Estas son las decisiones, las órdenes básicas, que sirven para definir el modelo conceptual de esta intervención:
1. Un gran plano de espacio público donde conviven coches, peatones, deportistas, tierra, bicicletas, rocas, patines, jardines, pájaros, estanques, frutales…
2. Sobre este plano se implanta una red de tramas-guía dictada por el criterio de los “marcos de plantación”. (Estos marcos quieren evocar los distintos cultivos que se han sucedido en el tiempo) que definirán diferentes estructuras marcadas por las distintas agrupaciones propuestas (cada agrupación tendrá su propio marco de plantación). Las viviendas se posan, flotando sobre el terreno.
3. Cuñas verdes. Dedos vegetales, deportivos y relacionales, que cosen la ciudad desde el monte hacia el parque y viceversa. En estas áreas se sitúan los espacios comunitarios de contacto y relación que recorren la ciudad esponjándola y provocando el despliegue de múltiples actividades.
4. Tres ámbitos de equipamientos. Una primera disposición según una red romboidal irregular que define su “marco de plantación”, y que alberga los servicios básicos de primera necesidad: a los que hemos denominado “drugstores”. Una segunda, cíclica, alrededor de las áreas residenciales, conformado un perímetro salpicado de servicios en el encuentro con el monte. Una tercera estructura, en esta ocasión conformada por una línea sinuosa entre el parque y la ciudad, que a modo de paseo va congregando los espacios comerciales y de ocio.
5. Una red de circuitos. Distintos circuitos especializados se disponen sobre el plano. El circuito del agua, definido por las líneas de escorrentía; y que desemboca en los puntos más bajos del terreno, dando forma a un gran Parque. El circuito deportivo, formado por caminos, rutas, distintos recorridos…que derivan hacia explanadas multideportivas. El circuito peatonal situado sobre los caminos existentes que mantendrán su tratamiento actual, conviertiéndose en huellas de lo que existió. El viario rodado que discurre rodeando las áreas residenciales y que se va introduciendo en éstas, definiendo las bolsas de aparcamiento. Por último aparece lo que se ha denominado como la “senda de los sentidos”, un conglomerado de rutas que partiendo desde el Parque ascienden por distintos enclaves desarrollados con diferentes tipos de cultivos, jardines o estados del agua.
6. La presencia de la Arquitectura como objetos vivos anclados al terreno, como las raíces a los árboles, definiendo su autonomía y su identidad y a la vez perteneciendo a un conjunto.